martes, 28 de agosto de 2012

Es la hora

Corramos hasta la playa. Respiremos entre los suspiros de la brisa marina. Escondamos todos los problemas entre la arena. Lo más hondo que podamos para que nadie los desentierre y vuelvan a dañarnos. Más hondo. Ya está. La paz interior comienza. Siento un gran vacío en mi interior; me gusta, estoy tranquila.

No perdamos más tiempo. Aterricemos. Construye tu castillo de arena. Sí, un castillo de arena. Cada pared es una nueva ilusión, una nueva esperanza, una nueva carcajada robada. NUEVOS SUEÑOS.

Sé la princesa que sueña. Sé el principe lleno de valor que nunca se rinde hasta que consigue vencer a la pesadilla. Sé el gran dragón dispuesto a guardar su bien más preciado, a su bella dama. Él lanza fuego en lugar de tristes suspiros; ataca cuando huele el peligro.

En este castillo de arena nadie se rinde, ni promete falsas esperanzas, ni miente, ni engaña. Cada uno lucha por quien es. Y por lo que quieren.

No temas a perderte entre la tormenta, yo confío en ti.

lunes, 27 de agosto de 2012

Corazón ingresado por caída

Pegamento. No. Aguja e hilo. Tampoco. ¿Alguien tiene idea de como se arregla un corazón? Un corazón que fue tantas veces pisoteado que le faltan hasta trozos. Que gracioso, no puedo poner ni denuncia por si alguien encuentra algún trozo. Pobre corazón lastimado, no se merecía esto. En el momento que te lo dí te pedí que lo cuidaras como si de una parte de ti se tratase. Sin embargo mira, en pocos días lo maltrataste. Lo aplastaste como si fuese una hoja sucia que no sirve. ¿Nadie me puede ayudar? Esto también se denomina MALTRATO. Lo has dejado caer desde tan alto que ya ni responde a las caracias. No puede, ni quiere. Espero que algún día sientas el vacío y el gran dolor que siente él en este mismo instante solo con recordarte. Los regalos se cuidan y más si son tan fragiles.

Descripción de la MEJOR sonrisa

Las mejores sonrisas son las denominadas "sonrisas tontas". Salen de improvisto acompañadas del brazo por un sentimiento descomunal. Todos hemos intentado ocultarlas, hasta que aquella persona desapareciese de nuestro ángulo de visión, pero no se trata de una tarea sencilla. Tienen la maldita manía de llegar sin aviso hasta la primera fila de nuestros labios; allí donde no puede ser vista y fotografiada por cualquiera. Nos dejan con cara de tontas enamoradas; de ahí el nombre. ¿Pero sabéis qué? Que me encanta. Sí, las adoro. Son tan puras, tan sinceras, tan auténticas, tan valiosas... TAN SUMAMENTE HERMOSAS. Dulces como la vainilla.

Esas sonrisas terminan dejando huella en nosotros, en nuestros recuerdos. No importa si somos quienes las realizamos o a quienes se las regalan. Regalar sonrisas así no tiene precio. Son el mejor regalo que se le puede hacer a cualquiera, no importa el momento que sea.

Eso si, espero que la dentadura que vive tras la sonrisa tonta no decepcione. Ni asuste. Porque sí, todos sabemos de la existencia de "las personas que es mejor que sonrían con los labios cerrados". Menos mal que la tuya es perfecta.

domingo, 26 de agosto de 2012

Con fallos

Ella tan dulce narra sus historias en papel, las plasma con todos los detalles que recuerda. La miro y la veo concentrada mordiendose el labio inferior jugando a sacar la lengua de vez en cuando. Para ella nadie más existe. Se siente única, apartada del planeta sin historias felices. Aquí en este nuestro mundo, no existen las "historias felices" existen las llamadas "historias reales". No nos engañemos, dejemos el engaño para los tontos. Nosotros que somos astutos, conocemos bien estas historias llenas de sonrisas y lágrimas. Alegrías y tristezas. Sorpresas y decepciones. Todas ellas son un equipo, una pareja que no exiatiría sin la otra. Ella continúa risueña con su trabajo, escribe sin parar sin pensar; simplemente escribe lo que se le viene. Con fallos; como la vida misma. Se desahoga, se siente feliz por haber aportado a alguien su manera de ver la vida. Y por lo bajito piensa "ójala se de por aludido".

Tú mayor defecto es no sonreir

Estan esos días en los que abres los ojos y nada más abrirlos sabes que hoy será un día especial. Un día lleno de sonrisas verdaderas. Un día que nadie conseguirá fastidiarte, porque hoy tu prioridad se trata de tu dulce sonrisa. Algunos la conocen como sonrisa de oreja a oreja. De tanto reír te duelen los mofletes pero no importa es un dolor que gusta. Puede que en esos momentos seamos algo sadomasoquistas. Pero en realidad lo que ocurre es que estamos hartos del dolor rutinario. Del dolor que provoca un corazón roto, la apuñalada trapera de una amiga, del maldito escozor y posterior hinchazón de nuestros ojos por culpa del mar de lágrimas que hemos soltado. Basta. Vuelve a sonreír. Mira el cielo, está precioso. Ahora mirate a ti misma. Acercate más. ¿Ves lo que yo veo? Acercate todo lo que haga falta hasta que lo veas claro. Esa persona de ahí es feliz aunque no lo aparente. ¿Sabes porque? Porque su sonrisa cambia la vida de los demás.

sábado, 25 de agosto de 2012

Pongamos que vuelvo

Quiero volver al segundo antes en el que mis labios se abrieron con la intención de rozar los tuyos, antes de enlazar nuestras lenguas en una sola y juguetear con ellas de un lado a otro. Mirarnos sin apartar nuestras frentes. Sentirnos cerca él uno del otro. Poder absorber parte de tu dulce olor con sólo media respiración y continuar, continuar besando esos labios como si no hubiese un mañana. Sin justificarnos nuestras risas también se mezclan. Maravilloso momento. Ese momento en el que ambos pedimos uno más, sin pensar, sin ser conscientes de la exigencia. Esta noche la coherencia la hemos dejado fuera, apartada; lejos de esta pompa de pasión y deseo. Solo nos queda actuar. Actuemos sin más reparo.

La noche celosa

Hoy la luna me pide algún resto de mis sonrisas. Sonrisas pasadas de días felices. Cuenta que quiere emborracharse de ellas, que esta noche le apetece que salgamos a bailar bajo las estrellas. Sin tacones, sin maquillaje. Sólo con algún recuerdo feliz que logre provocarnos unas sonrisa tonta. No te preocupes por la música esta noche, pues la mejor de las melodías ya suena dentro de mi. La melodía de nuestras caricias prefabricadas.

miércoles, 22 de agosto de 2012

No se pudo eliminar

Actualizar. Una nueva petición de amistad. No puede ser, ahora no. Ahora que ya no corría a por el móvil en cuanto sonaba pensando que eras tú, ahora que salía de casa tranquila sin miedo a encontrarte en la misma esquina de siempre. Siento el cansancio de mi fuerza de voluntad; tantas noches despierta susurrando a mi almuada que me ames, que no me olvides. Tantas lágrimas perdidas en la oscuridad ante la luz de la luna. Ella bien sabe que te ame, que tú para mi fuiste el ombligo de mi vida; esa vida pasada que estaba en proceso de ser olvidada. ¿Porque vuelves? Si te elimine fue por algo. Entonces sin apenas darme cuenta mis manos corren locas por la pantalla entre "Aceptar" e "Ignorar". Mis latidos enloquecen, no deseo otra cosa que volver a ver tus fotos en estas aburridas tardes, me encantaría un "Buenos días" tuyo; uno, no necesito ninguno más (de momento). Abro los ojos. Ojos aterrados por ese futuro que está tan cercano. "La petición fue aceptada". Intento respirar tranquila pero mis latidos no me dejan son demasiado fuertes. Me encantaría ver tu cara al ver que te he aceptado, de nuevo, vuelta a empezar. No quiero, ahora soy feliz.

 Miro a mi derecha. Le tengo a él; se parece tan poco a ti... simplemente porque él no juega conmigo. Sus palabras son tan sinceras como sus actos, sus besos me susurran que me ama. ¿Cuántas de las palabras que me repetiste fueron ciertas? Ninguna; al menos delante de tus amigos eso decías. Odio que hagas sentirme como una loca paranoica. Si pensé que había algo entre nosotros fue porque sé distinguir entre la realidad y la ficción. NOSOTROS fuimos algo real. Lo sé yo y lo sabemos los dosMiente, sé infeliz pero no vuelvas; esta vez mi corazón no tiene ganas para escuchar otro absurdo "quizás" más.

martes, 21 de agosto de 2012

Mensaje enviado sin contestar

Siento pena, tristeza y rabia por todos aquellos sms, whatsapps o mensajes privados que fueron escritos, lentamente con tanto cuidado y cariño (cariño sobre todo; sobre todo los sms y más en estos tiempos de crisis), y que nunca llegaron a tener contestación. Ni un simple "vale". No somos tontas, sabemos cuando los leéis; lo sabemos y eso es lo peor de todo. Nos asustamos, nos decepcionamos, nos arrepentimos... entonces volvemos a leerlo detalladamente, la mayoría de las veces no vemos nada raro en él. ¿Qué os ocurre? Sois unos gallinas que cacarean al son de los demás. "Cococococo"

El amor no tiene precio que va, por amor somos capaces de todo. Absolutamente todo. Simplemente porque nuestro organismo se encuentra repleto de euforia; tal es la felicidad que todo lo que antes conseguía hundirnos ahora tan solo es una patética visión del pasado a la que ya nadie le interesa mirar. Mirarla significa perder un tiempo demasiado valioso.

El desamor, sin embargo, se trata de una banca rota de ilusiones, sonrisas, planes y esperanzas. Esperanzas de ser feliz para siempre. Dejemos de engañarnos eso nunca ocurrirá, nada dura lo suficiente; siempre queremos más y más. Y tal vez hasta un poquito más. Pero como toda caja de galletas las caricias de vainillas también se gastan y ese amor se termina esfumando en el peor de los momentos. ¿A caso algún momento es bueno para que arrancar esa sensación de nuestra vida? Lo dudo


lunes, 20 de agosto de 2012

Tu atención no me interesa

Y ahí estas  echándome de menos, intentando llamar mi atención. Esta vez no tendrás mi atención. Seré fuerte; lloraré a escondidas y sonreiré al verte pasar. Puede que me llames pero esta cara bonita guardará el móvil en el bolsillo; sin cogerte, sin escuchar tu voz, sin darle importancia. No me importas. Sí, juro que esta vez podré, podré olvidar esas caricias de vainilla. No volveré a dejar que el olor a ti se impregne en mi ropa interior. Pronto ni recordaré tus miradas ni esos besos; umm esos besos que me dejaban tonta, ¡perdón! Corrijo NOS dejaban tontos, ¿tontos enamorados? puede que sí; pero un par de tontos al fin y al cabo

Todo vuelve



Esa misma mañana lejos del mar. Una gran ola cae. Una de esas olas tan fuertes y rápidas que no te dejan tiempo suficiente para escapar y terminas empapado, de arriba a abajo. Tal y como ocurre con el pasado. Por un momento vuelve, sin el menor aviso, aunque estuviese tan profundamente dormido como la bella durmiente. Lo que ocurre es que sin desearlo el maldito príncipe la despertó en el peor de los momentos.

                Al mojarnos, nuestro pequeño navío ha quedado atrapado. Parece como si no quisiese huir de esos antiguos recuerdos tan dolorosos que nos afectan de una manera inesperada. Intentas con todas tus fuerzas escapar. Pero no es posible. Ahora no. Otra gran ola te alcanza, otro odioso y a la vez  fantástico recuerdo se cuela en tu mente.

Dejo este sendero

A mitad de camino me he dado cuenta. Tras tener rasgadas las rodillas. Tras sacudirme la arena de la tierra. Ahora me paro. Este camino no es mio. Es demasiado duro. Tal vez algún metro haya sido mio y solo mio, ¿pero de cuantos metros estamos hablando? tal vez no lleguen ni a metros, tal vez sean simples centímetros, milímetros.


¿Cómo decirte?

No te quiero tanto como la gente narra. No te echo tanto de menos como tu orgullo te hace pensar. No giro la cabeza hacía el otro lado al verte pasar porque me duela verte. No tengo miedo a lo que puedas pensar de mi. Porque no me importas. Ni me interesas. Siempre que nos cruzamos mi cabeza gira porque allí en el otro lado tengo algo que sí me interesa. Mi felicidad.

El menor detalle es el que te saca la mejor de las sonrisas


Entonces suena con esa canción que consigue tele-transportarla hasta aquel tiempo. Hasta hace varios años. Siente como le invade un cosquilleo de felicidad por todo su cuerpo. Sonríe como una boba. Recuerda rápidamente el comienzo de todo. Incluso se acuerda de cosas que ni recordaba. Es magia. Es tristeza. Es añoranza. Vuelve a despertar al escuchar su nombre de lejos.

domingo, 19 de agosto de 2012

Un capítulo que nunca terminará


Pero ahora, nada es así Mario ya no sonríe. Lo más mínimo. Todo se le tuerce. Su vida está llena de soledad. Los colores se han hecho uno creando el color de la fría y triste oscuridad. Negro. No existe otro color. Desde aquel día que su fantástica vida se hundió. Nunca antes había saboreado el fruto que da la traición. Y por si todo esto fuese poco, esta mañana, aquella cicatriz de amor se ha vuelto a abrir, la sangre a comenzado a caer.

                Dándose cuenta que no tiene ni tiempo ni ganas de ordenar aquella leonera. Sale a la calle ya duchado. Huele a champú. Fantástico olor. No le gusta estar mucho tiempo en casa encerrado. Distraído continúa caminando sin rumbo por la ciudad. Esa preciosa ciudad la cual le regalo miles de inolvidables recuerdos.

               -Espero que hoy me regales unos cuantos más

Piensa para sí mismo, aunque no está muy seguro si solo lo ha pensado o lo ha dicho en voz baja. Qué más da. Sin embargo se gira rápidamente para ver la reacción de la gente con la que se ha cruzado. Nada, todo es normal. Todos siguen con sus enredadas vidas.  Si me hubiese escuchado alguien tampoco me hubiese importado la verdad, que más me da. Ya no me importa lo que la gente diga o deje de decir de mí. He cambiado. Pero ¿he cambiado en el buen sentido o en el malo? Supongo que en el bueno. Porque me doy cuenta de los fallos que cometí y me arrepiento

El corazón no cambia de opinión; eres TÚ.

En el lugar menos indicado. En el tiempo menos esperado. Te das cuenta. Es él. Pero ¿como no he podido darme cuenta antes? Ha estado todo el tiempo hay delante de mi. Y no lo he visto. Que boba y yo angustiandome por otro que ni merecía la pena. La verdad es que comparado con él nadie merece la pena. Porque es él y solo él.

No fue de ti si no de tu acto

Yo era aquella que garateaba en cualquier papel, pared, muro, playa, roca... tu nombre. De mil maneras diferentes a boli, a lápiz, a dedo. Hasta que un día te miré y no te reconocí. Intenté huir. No de ti, si no de mi recuerdo. De ese recuerdo del que estaba enamorada. De esa forma de ser que tuviste en aquel magnífico instante. Pero que ingenua fui, me enamore de un instante.


El aire siempre sopla


No contestas. Sabes que lo que digo es cierto, es la verdad que temes. Esa que no te deja ser feliz. Eras feliz conmigo aunque te quedes callado cuando te lo digo de miles maneras; todas indirectas, fallo mío. Esa cara de bobo, de relajado, de feliz que se te quedaba cuando separaba nuestros labios, te costaba hasta abrir los ojos. Te encantaba. Te arrimabas y me pedias otro, otro más. Eres especial. Tú también lo eres tan especial como imbécil.

No soy feliz, mis días son una mierda; la rutina me mata. Cámbiala. Acepta lo que de verdad sientes. Obsesionada, creo que comienzo a estarlo; estoy dejando de ser normal. Un loquero es lo que necesito. La locura me gusta, me hace estar despierta. Día y noche, noche y día. Astuta soy gracias a ella; me gusta. Loca y obsesa. Todo por verte feliz. Si de verdad lo fueses me alejaría de tu camino, lo juro

Las mariposas acechan


Unas cuántas calles más allá. En aquella habitación no tan azul por culpa del paso del tiempo. El silencio hacía su entrada. Había tanto silencio que no resultaba difícil escuchar el canto de los pájaros de la plaza. Esa preciosa melodía no hacía más que silenciar más la habitación. Se sentía a gusto hablando para sí mismo.

                No llego a comprender. ¿Por qué la gente necesita la ayuda de los demás? ¿No son suficientes acaso los problemas de uno mismo? Hasta ahora he salido adelante sin la ayuda de nadie. Siempre he vivido así y me ha ido bien. Aunque seguro que cuando era un crío no podía hacer nada solo. Dependía de los demás. Está bien. Debo admitirlo he llegado hasta aquí con la ayuda de otros. Ahora me las apaño solo perfectamente. Sé que hacer para sobrevivir. Ya no soy un crío. Eso pertenece al pasado. No. No es verdad… ¿A quién pretendo engañar? La verdad es que no estoy seguro de nada. Estoy confuso. ¿Qué tengo que hacer para salir adelante sin la ayuda de nadie? ¿Alguien puede decírmelo? … ¿Alguien…? Después de todo, estoy pidiendo ayuda. Ayuda que nadie me prestará.

                El maldito pasado aun me acecha sin rencor. Cometí  errores en estos últimos años, tal vez demasiados. Por eso estoy solo. Lo tenía todo. Todo lo que me costó tanto encontrar. Y ahora, mírame, no me queda nada. Sólo mentiras. Falsas apariencias. Todo por ella. Ella, no había persona en el mundo a la que más odiase. Aunque también sabía que tampoco había persona a la que echase más de menos, de todas aquellas a las que había perdido en el camino hacia la soledad. 

Soñar y pensar en ti es gratis, menos mal.


Basta. No voy a darle más vueltas. Voy a intentar no pensar. Voy a desconectar mis sentimientos por un momento. Corazón deja de latir de esta manera. Duerme. No pasa nada. No por ahora al menos. Todo saldrá bien ¿verdad?  Será mejor pensar en positivo en estos momentos. No sirve de nada pensar en negativo y perderse de nuevo por el sendero de la duda y del miedo. Sueño. Sueño en el mañana. Estoy en la calle. Perdida y algo mareada por culpa de la multitud que me encuentro al entrar en el pub. Le encuentro. Nos cruzamos. Nuestras miradas se encuentran, se enlazan. Me quiero acercar pero algo me detiene. No puedo moverme ¿Qué me ocurre?  Veo como me grita algo. En vano. No soy capaz de escuchar nada que no sea alboroto. Entonces me doy cuenta, ya no estoy allí. Estoy lejos. Tan lejos que ni el aire que respiro  es el mismo. 

                De un golpe despierta de aquel extraño sueño. Ya es de día. Es el día. Asustada  saca sus pequeños pies de entre las sabanas a la realidad. Es entonces cuando sin querer, sin ella darse apenas cuenta le vienen las palabras de aquel mensaje de texto que recibió hacía ya casi un año de Mario, su amigo hasta hace unos meses. Como corre el tiempo. La angustia la absorbe en ese momento. Ella intentando ocultarse se arropa hasta la cabeza y cierra los ojos. Aun le duele. Odio lo que ocurrió tanto como lo que no pudo ocurrir. ¿Cómo no se dio cuenta antes? ¿Por qué fue tan estúpida? Aun no lo entendía. En el fondo sabía que nunca en la vida lo terminaría de entender. Pero en este momento eso no es lo importante. Todo aquello pertenece al pasado. Solo al pasado. Eva pensaba que tal vez si se lo repetía unas cuantas de veces más se lo terminaría creyendo y su corazón escondería de nuevo todos esos recuerdos y sentimientos en aquel lugar de donde salieron sin permiso. Porque el pasado es un simple tiempo al que nadie puede volver. Resulta estar demasiado lejos de nuestro alcance.

Una vez más

Tienes tanto que enseñarme. Tengo tantas ganas de aprender. De aprender de ti. Enséñame una vez más a besar esos labios; labios sabor a vainilla. Enséñame a hacer que no te olvides de mi. Enséñame a ver que no estoy sola, que tu mano acompaña a la mía por la Gran Vía de tu corazón. Unidos. Juntos.

Amantes de discoteca

Encerrada entre la multitud. Una enorme multitud que no te deja avanzar. Sola, tan sola. Rostros desconocidos con caras borrosas. ¿Dónde estas? No me mires. Había acordado que mis sentimientos por ti hoy se quedaban en casa haciéndole compañía al silencio, al miedo. ¡Te encontré! Te estoy viendo, observando. Tirito sin parar. Me siento mejor en esta multitud de extraños ahora que tu presencia me hace compañía sin ni si quiera saberlo.

Saborea la vainilla

Mis poros suspiran por ti. Por los tuyos. Quieren volver a sudar como aquella tarde calurosa. El tacto de tu piel contra la mía; fuerte, al compás de los gritos. Palabras sueltas que intentan prometer cosas; ahora no es momento de promesas, ahorratelas y continúa mirándome con esa mirada de deseo. Muévete. Cambiemos. No paremos. Somos uno, pero a mi no me basta quiero que seas mío estar siempre así, contigo.

Tú serás mi única excepción.

Aquella que no olvide; que odie y ame al mismo tiempo. Por tiempo ilimitado. Por tiempo ilimitado cerraré los ojos una vez más y echaré a volar entre algunos recuerdos. Tu mano sobre mi rodilla; tu mirada clavada en mi; ese "¿qué?" junto con ese "nada" persiguiéndole (excusa tonta, patética; como nosotros) un "te quiero" hubiese quedado mejor, lastima que la valentía no pasase cerca.

Viajemos por el mundo de las caricias de vainilla


Lejos. Apartada del mundo real es como quiero dar comienzo a este pequeño lugar. 
Pequeñas caricias de vainilla se asoman por cualquier palabra o signo; te las regalo. Regalo sonrisas y comparto penas.



                      Espero que sean de tu agrado