sábado, 8 de septiembre de 2012

La tormenta perfecta

Tan solo soy una sombra en la oscuridad. Una pincelada mal dada en un cuadro regalado. Un suspiro entre el viento. Solo soy un pasado mal pisado; que no consigues olvidar. Que no quieres recordar pero como esa tormenta perfecta aparezco con fuerza y de golpe. Me cuelo por tu ventana y mojo todos tus momentos. Los empapo. Te enfadas; he vuelto. He vuelto a conseguir que te rías, que sonrías. Aquí estoy sigo haciendo ruido. Sigo empapando cada esquina de tu calle. Soy tu tormenta perfecta. Has cerrado tu ventana. Me pides que pare. Esto es una catástrofe. Me calmo; juego a que no grito, a que no ocurre nada. Ábreme de nuevo. Pero no; ya es tarde todo a cambiado por completo. Tus recuerdos se han secado. Está bien, me marcho; pero no sin antes dejarte un regalo. Te dejo el olor a tierra mojada. Ese que tanto te gustaba. Aquel con el que nos vimos por última vez en aquella carretera.


4 comentarios: