jueves, 29 de noviembre de 2012

Mis pies caminando hacia ti.

Caminantes torcidos llenos de dudas . Amaneceres perdidos vienen a cruzarse hoy conmigo, con nosotros, mientras a fronto mis miedos en este vaivén olvidado, en esta historia llena de lagunas que no olvido. Mis pies continúan el ritmo de mis andares, que cantan a tu sombra con un redoble de tambores, que no esperaba volver a verte.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Todavía puedo oír el eco

Ocurre a veces cuando te enamoras. Te rompen en pedazos, dejándote de rodillas nadando entre las lágrimas que sienten como todo va a cambiar. Sientes el perfume de la soledad que se acerca a cada paso que avanza la tragedia entre un mar repleto de negaciones, gritos y palabras obscenas. No tiene sentido culpar a nadie, y menos a nosotros mismos. Sin embargo, no dejaremos de repetirnos frases que podían haber cambiado nuestro presente. Siempre nos dejamos las mejores frases en la manga guardadas en el silencio de nuestros errores. Una discusión más provocada por alguna tontería malinterpretada. No dejamos de llorar y de sorber las palabras que salen de nuestra boca. Él no escucha, continúa avanzando con el corazón roto. Porque aunque haya sido él quien haya encontrado la piedra, en mitad de nuestro camino, y la haya arrojado hacía el fin del mundo. Sabe que la huella y el vacío que ha dejado esa piedra siempre continuará estando ahí. Sabe que cuando nuestros pensamientos miren hacia ese vacío nunca llegará a estar él presente. Porque sabe que aunque haya destruido la piedra, para nosotros aún sigue allí. Aunque no la veamos sentimos su presencia dentro de nosotros. Sabe que la esperanza un viernes más nos llamará prometiéndonos que algún día volveremos a tropezar con aquella piedra, pero que esta vez no nos hará caer. Nos hará reír imaginándonos en el suelo tiradas mientras rozamos la superficie de nuestro sueño.

#3 Si nuestros corazones no se llegaran a romper

Albert Cami una vez escribió "bendito el corazón que se puede doblar porque nunca se romperá"

Si no se rompe nunca se llegará a curar. Nunca sabrá lo que es desear algo con tanta fuerza que ni la noche ni el día ayuden a no pensar en ello. Ese corazón nunca sabrá lo que es una conversación a las cuatro de la madrugada con las estrellas, nunca sabrá lo que se siente al estar solo. Nunca comprenderá que es necesario luchar por algo para sentirte vivo. Si nuestros corazones no se llegaran a romper no llegarían a sentir. No llegarían a aprender de los errores.

Si no caemos, nunca llegaremos a mirar desde abajo, nunca llegaremos a darnos cuenta hasta donde habíamos llegado. Nunca llegaremos a vivir la vida como es debido. Seremos máquinas que no diferencien un día despejado de un día nublado bajo nuestra piel.
Porque aprender es luchar y luchar es una forma de sentir; una parte de la vida. 
Miles de versiones de mi misma salen a la luz por el pánico causado en la sala. Confiar. ¿En qué nos basamos al confiar en alguien? ¿En el número de mentiras que esconde o en el número de verdades que maquilla? ¿En qué? Nadie lo sabe. Absolutamente nadie. Y sin embargo aquí estamos confiando en cualquier persona que nos regala un par de renglones de su vida diaria. Dicen que sin arriesgar no llegas a ninguna parte, que debes confiar en alguien. Confiando comprendí que no merecía la pena nada. Confiando comprendí que aquella persona por la que te juegas todo tontea con cualquiera que pasa. Confiando comprendí que los besos tienen mucho que decir y más en noches como esta. Confiando comprendí que no todos somos náufragos de nuestra vida; comprendí que en cada uno de nosotros no solo vivimos nosotros. 

Confío en mi y confío en ellas. 

Te despiertas una mañana pensando lo despejada que anda tu vida últimamente  Lo que no sabes es que en menos de 24 horas llegan las nubes negras con sus rayos y goterones a inundarlo todo, a marcar territorio. A gritarte que no debiste sonreír  que fue pronto. Que el suelo que pisabas era solo nieve que al tiempo se ha ido derritiendo. Que ha durado lo que iba a durar. Que no es por ti, si no porque así es el destino de gorrón. No hay nada que le guste más que robarnos cada piruleta que encuentra a su paso. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

#1 Los "para siempre" siempre caducan

Él solo la necesitaba a ella; ella, solo necesitaba otra copa más. Para olvidar y recordar, recordar y volver a olvidar. Soñando con un todo que resulto ser un obstáculo lo suficientemente catastrófico. Arrasó con todo. Primero fueron las mañanas sin aquellos "buenos días". Volvieron los te echo de menos que intentaban salvar un día en el que no se echaron.
Dos enamorados amados por la tragedia.

Ellos eran quienes se comerían el mundo, bocado a bocado. De golpe. De improvisto. Eran ellos los que juraron amarse por siempre, juraron volver a encontrarse.

Caminando por diferentes caminos durante dos años supieron que nada seria tan fácil. Que ellos, los de entonces, los mismos que juraron volver a verse, no serían los mismos.

Ella bajo la lluvia corría volviendo atrás,  volviendo a aquella tarde de tormenta en la que él no supo como pedirle que le besase una vez más. Jura que en ese momento su corazón dejo de latir para poder disfrutar de aquel beso en toda su totalidad. Jura haberse enamorado.

Varios kilómetros más al norte sus ojos se desvelan pensando en ella. Mismo sueño que conlleva misma rutina. Se repite que no puede seguir así. Suenan miles de frases dentro de su cabeza, miles de conversaciones telefónicas que nunca se llegaron a marcar. Los rayos de sol marcan sus ojeras; sus ojeras marcan su tristeza, su falta de ella. Aquella chica de larga melena que se marchó sin mirar, en busca de un desafío; en busca de un todo. Él sin embargo, sigue en el mismo aburrido pueblo repleto de todas aquellas conversaciones pronunciadas. Marcadas en todas las farolas de la avenida. Intenta sonreír a cada esquina de aquella plaza pero no es capaz, no ahora, tal vez mañana las esquinas se hayan calmado, tal vez mañana no les apetezca lanzar tantos recuerdos a su mente. Tal vez y sólo tal vez llegará a olvidarla alguna mañana de estas. Mantiene la esperanza de poder despertarse sin pensamientos. Espera que los sueños le roben aquel todo que un día describió en su diario como perfección.

Que no lo recuerda dice. Que sus actos no fueron cosa suya. Que todos aquellos mensajes no los envió él, que no dejo a sus amigos de lado por ella. Que va. Todo aquello fue una extraña realidad que duro demasiado. Sus amigos se cansaron de los plantones de última hora, de las noches de celestinas.

Ha pasado demasiado tiempo. Dos años. Dos largos y agotadores años que tienen una gran historia por contar.

Continuará

domingo, 4 de noviembre de 2012

Me enamoré de un desconocido

Me llegan imágenes de ti. Imágenes de paseos que no recuerdo haber vivido, conversaciones que no recuerdo haber mantenido. ¿Cómo la mirada de un desconocido puede crear tantos recuerdos en mi? No lo comprendo. ¿Nos conocemos de algo?. No te recuerdo pero me siento tan yo misma a tu lado, me siento tan confiada y segura, como si hubiésemos pasado juntos por miles de instantes. No sé ni cómo te llamas, ni cuál es tu color favorito, ni si te sientes herido por algún sueño roto. Vuelvo a recordarme que no te conozco, para asegurarme te vuelvo a mirar. De arriba a abajo. Nada, no me suenan esos ojos marrones, no recuerdo esa mirada que en estos momentos me analiza. ¿Intentas tomarme el pelo? Me acerco a ti, mi corazón desenfrenado comienza a latir tan fuerte que duele, mis piernas tiemblan como flanes. Sonrío como puedo, debes pensar que soy estúpida; o que eres realmente atractivo. No sé que me ocurre, sé que te conozco; o que al menos te conocí. Esto te sonará absurdo, pero siento que de alguna manera has formado parte de mi, de mi vida, y quiero decirte lo mucho que agradezco esta sensación. Sí a ti, a un desconocido. Un desconocido que tal vez sienta la misma curiosidad por mi, como yo por él.

¿ Sabéis? yo creo en el destino tanto como en las posibilidades. También creo que esos recuerdos pueden haber sido una visión de mi futuro. Y ¿sabéis que os digo? Que ya llevo tres horas con él y que cada segundo que pasa estoy más segura de que no es un desconocido cualquiera. Es mi desconocido, aquel que logró hacerme feliz con una torpe mirada; que ni iba dirigida a mi. Pero lo dicho, yo creo en el destino tanto como en las posibilidades.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Dirás, diremos y dirán

Abrimos nuestro paraguas en días de lluvia cerrando nuestro apetito de un portazo. Que hoy no nos apetece jugar; que la diversión no nos va. Que los días de utopía hace horas que se secaron. Que mis pies están fríos de la rutina.Que la monotonía se ha comido nuestras sonrisas.

Sigo llenando mi libreta de palabras que nadie quiere, de sentimientos desperdiciados. 


Me invento historias a las que les falta un rostro. Me escondo entre miles de  sinónimos sin sentido que pronuncian falsas situaciones con las que te sientes identificado una vez más. Comienzas por mirar de reojo y sin darte cuenta te encuentras absorto en aquella historia, avanzas y avanzas, página a página. La miras con los ojos llorosos, abiertos de par en par. Dirás, diremos y dirán que no tenía nada que perder hasta que comenzó a arriesgar lo que no debía, que fue su subconsciente quien pedaleo a toda velocidad por aquella carretera, que llovía demasiado y que se dejo su impermeable en casa. Que se mojó y pilló un constipado de esos que duran todo un mes. Que el malestar no la abandono en ningún momento, pero que todo eso se lo buscó ella sola que pudo haberse quedado en casa tranquila. Que pudo haber dejado las tonterías a un lado. Y que así, todo estaría bien. Que cada mañana disfrutaría de aquel  aroma a café recién hecho. Que sus sonrisas brillarían. Que ahora todo lo vería de otra manera. Que cada día sería un día más y que nadie conseguiría robarle esa blanca sonrisa. Pero debes entender que fue ella quien decidió arriesgarse, que no tubo sentido correr tras él pero fue lo que su sonrisa necesitaba. Aunque ahora se sienta mal, aunque ahora se arrepienta, aunque ahora no se sienta conforme con su elección. Fue lo que ella quiso; quiso inventar una historia de dos, con él de protagonista, ignorando que todo se trataba de una ilusión en alta definición.