para que así, entre sombra y sombra no los veas llorar.
Subiré la cremallera de aquel vestido que tanto calló en su día. Callando así lo que podría haber continuado bajando aquella tarde de imprevistos besos y caricias.
He echado de menos todos los recuerdos que dedicaba cada noche pensando en ti. "En ti" ronroneando a mi almohada, mientras yo sonrío y tu mano recorre mi cuerpo por cada cicatriz que hace varios errores peñizcaste; queriendo sin querer, y viceversa.
No soportaré volver a los centímetros que nos pedían un beso en los labios, pasando por alto los dos reglamentarios de la cara.
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