martes, 28 de agosto de 2012

Es la hora

Corramos hasta la playa. Respiremos entre los suspiros de la brisa marina. Escondamos todos los problemas entre la arena. Lo más hondo que podamos para que nadie los desentierre y vuelvan a dañarnos. Más hondo. Ya está. La paz interior comienza. Siento un gran vacío en mi interior; me gusta, estoy tranquila.

No perdamos más tiempo. Aterricemos. Construye tu castillo de arena. Sí, un castillo de arena. Cada pared es una nueva ilusión, una nueva esperanza, una nueva carcajada robada. NUEVOS SUEÑOS.

Sé la princesa que sueña. Sé el principe lleno de valor que nunca se rinde hasta que consigue vencer a la pesadilla. Sé el gran dragón dispuesto a guardar su bien más preciado, a su bella dama. Él lanza fuego en lugar de tristes suspiros; ataca cuando huele el peligro.

En este castillo de arena nadie se rinde, ni promete falsas esperanzas, ni miente, ni engaña. Cada uno lucha por quien es. Y por lo que quieren.

No temas a perderte entre la tormenta, yo confío en ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario