sábado, 1 de septiembre de 2012

Alta resolución en mentiras

Es entonces. Ahora; en este preciso momento. Todo se vuelve solido; totalmente nítido. Sabes reconocer cada paleta de color, cada combinación de color sin problema alguno. Todas las mentiras relucen. La pieza que faltaba la encuentras debajo del sofá. Todo sale a la superficie. Hemos llegado a la última página del libro, en aquella que todo se desvela. Ves que todo estaba unido de alguna manera. Qué estúpida. Como siempre has sido el último de los monos en enterarte. No te quería, nunca lo hizo. Jugó. ¿Su meta? Su meta fue conseguir que te enamoraras de él. Una vez logrado no le servias. Le gustaba demasiado el juego. Él prefiere tirar los dados y avanzar otra casilla. Quedar contigo mientras le promete la Luna a la siguiente. 

No invites a tus recuerdos a pasar. Detenlos. Lávate la cara con agua fría. Deja que el agua lo arregle; deja que se lleve todos los restos de él. Con la cara limpia todo se ve mucho más claro de lo que ya estaba, todo se ve con mejor resolución

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