Una vez
soñé que me hacía gigante,
que me
hacía mayor por así decirlo.
¡No
veáis que susto!
Una vez
soñé que vivía entre gigantes,
que era
demasiado diminuta para cualquier cosa,
para
cualquier lugar.
¡Cómo
grité para que me escuchasen!
Dicen
que los sueños son una mezcla de recuerdos,
que ni
si quiera recordabas,
mezclados
con algo de imaginación.
No me lo
creía, para nada.
¿Quién
va a saber que son recuerdos que ni si quiera recuerdas si no los recuerdas?
¿Quién
el mago que hace desaparecer un conejo?
Pobre
conejo.
¿A qué
cruel lugar lo hará aparecer?
Bueno a
lo que iba,
Que no
me lo creía,
hasta
que claro.
Cómo
siempre llegaste tú y pusiste mis pensamientos boca arriba.
Aprovechando
que tenía el ombligo al revés
Y
demasiada sangre en mis mofletes rojos.
Llegaste
y me besaste.
A dos
manos.
Acariciando
mis mejillas sonrojadas un nivel más rojizo.
Me sentí
diminuta entre tus manos,
Pero al
sonreírme
sentí mi
corazón enorme.
Bombardeando
mis costillas,
intentando
escapar de mi para llegar a ti.
¡Fui gigante
y fui diminuta!
Y ojalá
lo fuese siempre.
Ojalá
contigo siempre.