Beberme cada noche esos ojos marrones,
cada día. Para poder dejarte de mirar, para dejar enamorarme un poco
más. Dejando así unos ojos sinceros, de blancas cuencas, que no miran
por haber estado tan ciego, por no saber enamorar.
Te dejaría llevar las Ray Ban noche y día, total esa mirada ya es
mía y de nadie más.
Te llevaría cada noche a mirar las
estrellas, sobre mi pecho para que hablases con mi corazón. A comernos sin
despecho, sin miedos.
Pero míranos, comiéndonos a oscuras y
hablando del ruido que saca el silencio. Diciendo que nada tiene sentido, y que
necesitamos sonreír un poco más. Puede
que sea cierto, y que alejados nos vaya mejor, por nortes diferentes, pero esta
noche quiero terminarla contigo entre sábanas blancas y dulces palabras.
Para que al despertar me pidas un poco más
de guerra, sin darme tregua. Que me beses entre caricia y sonrisa, y que
me digas que esta noche volvemos al lío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario